¿Por qué son adecuados los ejercicios acuáticos para embarazadas?
Hoy en día, a las embarazadas se les pautan distintos tipos de actividades físicas beneficiosas tanto para ellas como para el futuro bebé y, por supuesto, capaces de evitar perjudicar el estado de gestación.
Una de las mayores preocupaciones en las mujeres embarazadas es la posibilidad de desarrollar diabetes gestacional por un aumento excesivo de peso.
Un estudio realizado entre las Universidades Politécnica de Madrid, Western Ontario de Canadá y Flores en Argentina indica los ejercicios más adecuados, tanto en suelo como en piscina, que ayudan a controlar la tensión arterial, el peso o incluso una posible depresión posparto. Para la elaboración del informe, 568 mujeres sanas y embarazadas se han prestado a realizar 3 ensayos clínicos en distintos hospitales de la Comunidad de Madrid y Buenos Aires.
Tan solo se detectó diabetes asociada al embarazo en un 1 % de las mujeres que realizaron los ejercicios en el agua, frente al 4 % entre las que realizaron las actividades en el suelo y un 7 %, dato que es realmente preocupante, del grupo que no realizó ningún ejercicio.
Los ejercicios que se realizan en el suelo están dirigidos a tener un buen control del peso, ya que solo se aumentó el peso en un 20 % frente al grupo que no realizó ningún tipo de ejercicio, el grupo control, donde aumentaron casi el 40 %.
Este programa, creado adecuándose a las necesidades de un embarazo, fue realmente eficaz para prevenir la diabetes y sus consecuencias, por lo que se puede decir que la actividad acuática ayuda a prevenir la diabetes en la futura mamá.
¿Por qué es importante tener una actividad acuática durante la gestación?
En la práctica de la natación se ven implicados una gran cantidad de músculos y, al tratarse de un ejercicio aeróbico, se fortalecen también los pulmones y el corazón. Esta práctica deportiva es muy interesante para todos los grupos de población, pero es especialmente interesante en gestantes, porque al realizar ejercicio en el agua se reduce mucho el desgaste que sufren las articulaciones.
Además del aumento de peso o la diabetes gestacional también se debe destacar que la práctica de cesáreas se reduce de forma considerable y el nacimiento de bebés macrosómicos con un peso superior a 4 kilogramos igualmente se ve reducido.
La Universidad de Granada ha puesto en marcha un programa con unas 100 mujeres gestantes que, tres veces por semana, reciben de forma guiada por expertos una sesión de piscina. Los ejercicios van dirigidos a fortalecer el suelo pélvico y todos los músculos que están implicados de forma directa en el embarazo y el parto. Complementan estos ejercicios con otros de naturaleza cardiovascular mediante natación para que su forma física sea óptima.
Las embarazadas con un proceso de alto riesgo no deben practicar este tipo de actividad sin consultarlo con su médico.