El papel de los antioxidantes después del deporte
La actividad física es esencial para la buena salud del organismo. En sí misma, funciona creando antioxidantes, que ayudan a la protección celular y prevención de enfermedades.
El problema llega cuando aumenta la resistencia en el ejercicio y se produce un esfuerzo superior.
Cómo afecta a la salud el ejercicio físico
El sedentarismo y lo que conlleva, la falta de actividad deportiva, producen en el organismo una reacción por la cual se crea una reducción de la capacidad antioxidante. A pesar de eso, el cuerpo produce antioxidantes para nivelar las deficiencias que se puedan presentar. Esto favorece el rejuvenecimiento de las células, implica una mejora en la salud del cuerpo y mantiene la energía y el fortalecimiento, además de evitar enfermedades.
Cuando se realiza un entrenamiento intenso
De que el deporte es muy necesario no hay duda. Pero se ha comprobado que, al ejercer una mayor intensidad durante el ejercicio físico, se crean radicales libres, que son los culpables de dañar a las células más vulnerables, siendo esto sinónimo de envejecimiento y oxidación del organismo.
Se comprende como ejercicio intenso aquel en el que se emplea una amplia duración, como pasa en los casos del ciclismo, triatlón o maratón. De esta forma, el cuerpo requiere una mayor oxigenación y se produce el denominado estrés oxidativo, culpable de los radicales libres mencionados anteriormente.
A su vez, esto produce una descompensación en el sistema inmunológico, el cual se debilita. Puede observarse un empeoramiento de los niveles cuando se acumula excesivo estrés. Este puede crearse a raíz del nerviosismo que suele provocar la competición deportiva.
Lo importante de mantener una dieta adecuada para conservar el bienestar
No hay que temer a la actividad física intensiva, aun sabiendo que es la causante de una mayor oxidación celular. Manteniendo una dieta rica en vitaminas y suplementos que estimulen la antioxidación en el organismo, la salud no se verá alterada.
Realizar deporte de alto nivel ha de alertar al deportista de la necesidad de tomar una alimentación rica en vegetales y frutas, siendo la mayoría de ellos portador de vitaminas y minerales que favorecen el metabolismo.
Otros alimentos que favorecen la antioxidación son el ajo (por ser rico en selenio), el marisco (por contener zinc) y los cacahuetes (compuestos por la coenzima Q-10). Un puñado de frutos secos también es siempre de gran ayuda, ya que contiene magnesio.
Los complementos vitamínicos trabajan en la recuperación tras el esfuerzo físico. Se pueden tomar regularmente incluso antes de realizar deporte. Son óptimos para el tratamiento muscular y la prevención de resfriados.
Una dieta rica en antioxidantes mantendrá al organismo fortalecido, además de proporcionar a cualquier persona, sea deportista o no, unos mejores salud y estado físico y servir como remedio de enfermedades y aportación de una mayor energía para desempeñar cualquier esfuerzo diario.